Este miércoles propusimos para los interactivos algo diferente: cada grupo se enfrentaría a un reto distinto.
El equipo azul se enfrentaba al reto de determinar si nuestro cole es realmente inclusivo, si nuestras instalaciones y materiales son adecuadas a personas con movilidad reducida. Para ello, primero en clase estuvimos trabajando con ayuda de una de nuestras mamás colaboradoras, MªJosé, los diferentes conceptos: barreras arquitectónicas, personas con movilidad reducida, materiales y elementos de adecuación…etc.
Después de trabajar con el material fotográfico en clase, el grupo ya lo tenía claro: era hora de ir a evaluar nuestro cole, a comprobar por nosotros mismos si nuestra escuela está preparada y da respuesta a todas las necesidades de las personas con movilidad reducida.
No se trataba de señalar los «fallos» de nuestro cole, si no de detectar necesidades y buscar la mejor solución.
En el caso del equipo rojo, el reto era más «bestial». Siguiendo varios indicios y pistas, tenían, entre todos, que adivinar qué animal estaba detrás de todas las pistas. Para ello contaban con la ayuda de Elia, otra de nuestras mamás colaboradoras.
La cosa no era tan fácil porque las pistas eran diferentes: un trozo de imagen difícil de reconocer, la huella del animal, una foto de su hábitat. Pero nuestro equipo consiguió superar el reto y completar el registro de cada animal. En éste debían escribir entre todos las hipótesis que planteaban tras la primera pista, cómo la van cambiando con el resto de la información, y cómo, finalmente, entre todos consensúan una respuesta final que, en este caso siempre fue correcta.
El equipo verde lo tuvo algo más complicado: debían convertirse en ARQUEÓLOGOS, inmersos en nuestra excavación portátil de clase y con ayuda de Rafa, nuestro tercer papá colaborador de hoy, encontraron y registraron diversos restos arqueológicos.
Pero en esta ocasión los interactivos guardaban una sorpresa para los papás y mamás colaboradores: la evaluación del trabajo en equipo a través de nuestro CLASSDOJO.
Nuestras familias ya conocen la aplicación. A través de ella, siguen los avances de sus hijos, contactan con la seño y van viendo algunas cosas de las que hacemos. Pero en esta ocasión, les pedimos más; tenían que pasar a la acción ellos y evaluarnos.
Para ello, cada uno contó con la ayuda de su hijo/a que ya está muy habituado ha hacer la evaluación diaria en clase. Ha sido muy divertido y gratificante para ellos, ya que han pasado de ser los alumnos a ser los maestros para ayudar a las personas que más le ayudan a ellos, se han invertido los papeles.