Esta semana llegaron a nuestra clase unas sorpresitas inesperadas. Había una carta para cada niño y niña, 27 nada menos. Nosotros no teníamos ni idea de quién las mandaban, qué ponían, no sabíamos nada de nada, pero nos hizo mucha ilusión y empezamos a abrirlas y descubrir el misterio.
Eran de un grupo de chicos y chicas de 5 años del colegio Federico García Lorca, de Granada, que saben que a nosotros nos gustan los retos y nos proponían uno: escribirles una carta como la que ellos nos habían mandando y enviársela.
Nos pareció una tarea muy interesante, y como aún no habíamos empezado nuestro proyecto, ¿ por qué no?.
Lo primero, como siempre, planificarnos y organizarnos. Tendremos que mandar la carta desde Atarfe a Granada. Sabíamos que tendríamos que meter las cartas en un sobre, echarlas en el buzón ( pero el amarillo, no el de nuestras casas), encontrar el buzón amarillo más cercano, hacer un mapa para llegar, y a partir de ahí el cartero las llevará en su camión hasta su destino.
Nos pusimos manos a la obra. Primero: escribir las cartas.
Empezamos viendo las que nos habían mandado y nos dimos cuenta de que todas tenían las mismas «cosas»:
- SALUDO
- NOMBRE DE QUIÉN LA ESCRIBE
- MENSAJE + DIBUJO DE REGALO
- DESPEDIDA
Con la estructura de las cartas clara, cada uno empezó a escribir la suya.
Con las cartas listas llegaba el día de enviarlas, así que, siguiendo nuestra planificación, las metimos en sobres y con ayuda de las mamás que vinieron a los interactivos este jueves pudimos ponerles los sellos.
Las cartas estaban preparadas, nos quedaba sólo elaborar nuestro mapa para poder llegar sin perdernos al buzón amarillo. Para ello, las mamis y la tecnología nos echaron una mano. Usando el google maps en nuestra pizarra digital marcamos el recorrido y luego cada uno lo repitió en su propio mapa en papel.
Con todo listo y preparado salimos a la calle, eso sí cada uno con su mapa para no perdernos y poder llegar al buzón.
Antes de avanzar consultamos nuestro mapa, no podemos equivocarnos, hay que seguir el itinerario marcado.
A lo largo del camino lo consultamos varias veces. Finalmente llegamos a nuestro destino.
Por fin podemos enviarles las cartas a nuestros compañeros, así que uno por uno las fuimos echando en el buzón.
¡ RETO SUPERADO!
Como recompensa y ya que estamos en primavera y el parque de al lado está tan precioso decidimos merendar allí. Un buen trabajo se merece un buen premio.
Muchas gracias a Mari, Lidia y Kika que nos acompañaron en estos interactivos tan callejeros.