NOS ESTRENAMOS CON LOS GRUPOS INTERACTIVOS.

Hoy es la primera vez que hemos hecho los grupos interactivos en este curso. Era un nuevo reto, ya que el grupo nunca había hecho está dinámica de trabajo cooperativo.

Las actividades de los grupos interactivos promueven, favorecen y evalúan el trabajo en equipo, el trabajo cooperativo. Como su propio nombre indica fomentan el aprendizaje interactivo, entre todos tienen que solucionar un problema. Para poder llevarlo a cabo necesitamos la ayuda de las familias, ya que en cada equipo tiene que haber un adulto que coordine la actividad y ayude, sin excederse, a lograr el éxito del equipo.

En este caso hemos contado con la ayuda de Reme, mamá de Laura, Eva mamá de Marcos y Loli, mamá de Juan. La actividad se titulaba: Estratos de una excavación.

Como hemos visto al buscar información sobre las excavaciones, al cavar van apareciendo diferentes estratos que se corresponden con distintas épocas. El reto era crear nuestro propio «corte de tierra» que representara cuatro estratos diferentes, y señalar cuál es el más antiguo, el primero. Parece fácil, pero tiene truco: cuando colocamos los estratos en el bote, el que nos aparece finalmente como el primero es el que estaba el último, y el que pusimos al principio es el más antiguo, el primero.

Para representar los estratos hemos usado sal en lugar de arena y para que se vea bien el corte hemos utilizado un bote transparente. Pero nuestro primer problema ha sido cómo diferenciar un estrato de otro.

Todos los equipos han pensado lo mismo: colores diferentes. Cada grupo tenía un modelo que seguir para colocar el orden de los colores.

Pero se nos ha planteado otro problema:¿ cómo coloreamos la sal?. La primera hipótesis de los grupos ha sido usar ceras; hemos probado un rato pero la sal no se tintaba. Descartando otros materiales(rotuladores, pinturas…) hemos llegado a la conclusión de probar con tizas y…… ¡hemos acertado!.

Una vez tintada la sal, íbamos reproduciendo el orden de los estratos del modelo, pero eso sí, teniendo en cuenta que para que quedase igual empezábamos por el de abajo, es decir el que veíamos el último. Así todos hemos concluido que el último en realidad es el primero.

Finalmente, como los arqueólogos de verdad, hemos rellenado nuestro registro de datos.

Además, para evaluar la actividad, pedimos a las mamás que rellenen una pequeña rúbrica donde señalen el grado de consecución de los criterios que previamente les hemos explicado.

Para los niños y niñas y para las mamás ha sido una experiencia muy positiva, así que esperámos tener más interactivos.

 

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